8 A Ti, oh Señor, clamé, Y al Señor dirigí mi súplica:
9 "¿Qué provecho hay en mi sangre (mi muerte) si desciendo al sepulcro? ¿Acaso Te alabará el polvo? ¿Anunciará Tu fidelidad?
10 Escucha, oh Señor, y ten piedad de mí; Oh Señor, sé Tú mi ayuda."
11 Tú has cambiado mi lamento en danza; Has desatado mi ropa de luto y me has ceñido de alegría;