8 La voz que yo había oído del cielo, la oí de nuevo hablando conmigo: "Ve, toma el libro (el rollo) que está abierto en la mano del ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra."
9 Entonces fui al ángel y le dije que me diera el librito. Y él me dijo: "Tómalo y devóralo. Te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel."
10 Tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré, y en mi boca fue dulce como la miel; pero cuando lo comí, me amargó las entrañas.
11 Y me dijeron: "Debes profetizar otra vez acerca de muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes."