1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe.
2 El cual fue fiel al que Lo designó (constituyó), como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
3 Porque Jesús ha sido considerado digno de más gloria que Moisés, así como el constructor de la casa tiene más honra que la casa.
4 Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios.
5 Moisés fue fiel en toda la casa de Dios como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir más tarde.
6 Pero Cristo (el Mesías) fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza.