29 Ustedes, pues no busquen qué han de comer, ni qué han de beber, y no estén preocupados.
30 Porque los pueblos del mundo buscan ansiosamente todas estas cosas; pero el Padre de ustedes sabe que necesitan estas cosas.
31 Pero busquen Su reino, y estas cosas les serán añadidas.
32 No temas, rebaño pequeño, porque el Padre de ustedes ha decidido darles el reino.
33 Vendan sus posesiones y den limosnas; háganse bolsas que no se deterioran, un tesoro en los cielos que no se agota, donde no se acerca ningún ladrón ni la polilla destruye.
34 Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón.
35 "Estén siempre preparados y mantengan las lámparas encendidas,