31 Tomando aparte a los doce discípulos, Jesús les dijo: "Miren, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre.
32 Pues será entregado a los Gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido;
33 y Lo azotarán, y después Lo matarán, y al tercer día resucitará."
34 Pero ellos no comprendieron nada de esto. Este dicho les estaba encubierto, y no entendían lo que se les decía.
35 Aconteció que al acercarse Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando.
36 Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello.
37 Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret.