11 Luego David mandó llamar a los sacerdotes, Sadoc y Abiatar, y a los siguientes jefes levitas: Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab.
12 Les dijo: «Ustedes son los jefes de las familias levitas. Deben purificarse ustedes mismos y a todos los demás levitas, a fin de que puedan traer el arca del Señor, Dios de Israel, al lugar que le he preparado.
13 Como no fueron ustedes, los levitas, los que llevaban el arca la primera vez, el enojo del Señor nuestro Dios se encendió contra nosotros. No habíamos consultado a Dios acerca de cómo trasladarla de la manera apropiada».
14 Así que los sacerdotes y los levitas se purificaron para poder trasladar el arca del Señor, Dios de Israel, a Jerusalén.
15 Entonces los levitas llevaron el arca de Dios sobre los hombros con las varas para transportarla, tal como el Señor le había indicado a Moisés.
16 David también ordenó a los jefes levitas que nombraran un coro de entre los levitas formado por cantores y músicos, para entonar alegres canciones al son de arpas, liras y címbalos.
17 De modo que los levitas nombraron a Hemán, hijo de Joel, junto con sus hermanos levitas: Asaf, hijo de Berequías, y Etán, hijo de Cusaías, del clan de Merari.