8 He estado contigo dondequiera que has ido y destruí a todos tus enemigos frente a tus propios ojos. ¡Ahora haré que tu nombre sea tan famoso como el de los grandes que han vivido en la tierra!
9 Le daré una patria a mi pueblo Israel y lo estableceré en un lugar seguro donde nunca será molestado. Las naciones malvadas no lo oprimirán como lo hicieron en el pasado,
10 cuando designé jueces para que gobernaran a mi pueblo Israel; y derrotaré a todos tus enemigos.»”Además, yo declaro que el Señor construirá una casa para ti, ¡una dinastía de reyes!
11 Pues cuando mueras y te reúnas con tus antepasados, levantaré a uno de tus descendientes, a uno de tus hijos, y fortaleceré su reino.
12 Él es quien edificará una casa —un templo— para mí, y afirmaré su trono para siempre.
13 Yo seré su padre, y él será mi hijo. Nunca le retiraré mi favor, como lo retiré de quien reinó antes de ti.
14 Lo confirmaré como rey sobre mi casa y sobre mi reino para siempre, y su trono estará seguro para siempre”».