2 Usando cada recurso a mi alcance, he reunido todo lo que pude para construir el templo de mi Dios. Así que hay suficiente oro, plata, bronce, hierro y madera, al igual que grandes cantidades de ónice y otras joyas costosas, y todo tipo de piedras finas y mármol.
3 »Ahora, debido a la devoción que tengo por el templo de mi Dios, entrego todos mis propios tesoros de oro y de plata para ayudar en la construcción. Esto es además de los materiales de construcción que ya he reunido para su santo templo.
4 Dono más de ciento dos mil kilos de oro de Ofir y doscientos treinta y ocho mil kilos de plata refinada para recubrir las paredes de los edificios
5 y para los demás trabajos en oro y plata que harán los artesanos. Ahora bien, ¿quiénes de ustedes seguirán mi ejemplo y hoy darán ofrendas al Señor?».
6 Entonces los jefes de familia, los jefes de las tribus de Israel, los generales y capitanes del ejército y los funcionarios administrativos del rey, todos ofrendaron voluntariamente.
7 Para la construcción del templo de Dios donaron alrededor de 170.000 kilos de oro, 10.000 monedas de oro, 340.000 kilos de plata, 612.000 kilos de bronce y 3.400.000 kilos de hierro.
8 También contribuyeron con gran cantidad de piedras preciosas, que se depositaron en el tesoro de la casa del Señor al cuidado de Jehiel, un descendiente de Gersón.