44 Finalmente, la séptima vez, su sirviente le dijo:—Vi una pequeña nube, como del tamaño de la mano de un hombre, que sale del mar.Entonces Elías le gritó:—Corre y dile a Acab: “Sube a tu carro y regresa a tu casa. ¡Si no te apuras, la lluvia te detendrá!”.