5 »Además, tú ya sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, cuando mató a mis dos comandantes del ejército: a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter. Él fingió que fue un acto de guerra, pero estábamos en tiempo de paz, con lo cual manchó con sangre inocente su cinto y sus sandalias.
6 Haz con él lo que mejor te parezca, pero no permitas que envejezca y vaya a la tumba en paz.
7 »Sé bondadoso con los hijos de Barzilai, de Galaad. Haz que sean invitados permanentes en tu mesa, porque ellos me cuidaron cuando yo huía de tu hermano Absalón.
8 »Acuérdate de Simei, hijo de Gera, el hombre de Bahurim de la tribu de Benjamín. Él me maldijo con una maldición terrible cuando yo escapaba hacia Mahanaim. Cuando vino a verme al río Jordán, yo le juré por el Señor que no lo mataría;
9 pero ese juramento no lo hace inocente. Tú eres un hombre sabio y sabrás cómo darle una muerte sangrienta».
10 Luego David murió y fue enterrado con sus antepasados en la Ciudad de David.
11 David reinó en Israel durante cuarenta años, siete de ellos en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.