8 »Acuérdate de Simei, hijo de Gera, el hombre de Bahurim de la tribu de Benjamín. Él me maldijo con una maldición terrible cuando yo escapaba hacia Mahanaim. Cuando vino a verme al río Jordán, yo le juré por el Señor que no lo mataría;
9 pero ese juramento no lo hace inocente. Tú eres un hombre sabio y sabrás cómo darle una muerte sangrienta».
10 Luego David murió y fue enterrado con sus antepasados en la Ciudad de David.
11 David reinó en Israel durante cuarenta años, siete de ellos en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.
12 Salomón lo sucedió y se sentó en el trono de David, su padre, y su reino se estableció firmemente.
13 Cierto día Adonías, cuya madre era Haguit, fue a ver a Betsabé, la madre de Salomón.—¿Vienes en son de paz? —le preguntó Betsabé.—Sí —contestó él—, vengo en paz.
14 Quiero pedirte un favor.—¿De qué se trata? —le preguntó ella.