1 Por ese tiempo, Ben-adad, rey de Aram, movilizó a su ejército con el apoyo de treinta y dos reyes aliados, sus carros de guerra y sus caballos. Sitiaron a Samaria, la capital de Israel, y lanzaron ataques contra la ciudad.
2 Ben-adad envió mensajeros a la ciudad para que transmitieran el siguiente mensaje al rey Acab de Israel: «Ben-adad dice:
3 “¡Tu plata y tu oro son míos, igual que tus esposas y tus mejores hijos!”».
4 «Está bien, mi señor el rey —respondió el rey de Israel—. ¡Todo lo que tengo es tuyo!».
5 Pronto los mensajeros de Ben-adad regresaron y dijeron: «Ben-adad dice: “Ya te he exigido que me des tu plata, tu oro, tus esposas y tus hijos;