30 De hecho, su sabiduría superaba la de todos los sabios del Oriente y la de los sabios de Egipto.
31 Era más sabio que cualquier otro, entre ellos Etán, el ezraíta, y los hijos de Mahol: Hemán, Calcol y Darda. Su fama se extendía por todas las naciones vecinas.
32 Compuso unos tres mil proverbios y escribió mil cinco canciones.
33 Podía hablar con autoridad acerca de todo tipo de plantas, desde el gran cedro del Líbano hasta el diminuto hisopo que crece en las grietas de las paredes. También era versado en materia de animales, aves, reptiles y peces.
34 Y los reyes de todas las naciones enviaban a sus embajadores a escuchar la sabiduría de Salomón.