15 Varios hombres de la tribu de Leví levantaron de la carreta el arca del Señor y el cofre —que contenía las ratas y los tumores de oro— y los pusieron sobre la roca grande. En ese día el pueblo de Bet-semes ofreció muchos sacrificios y ofrendas quemadas al Señor.
16 Los cinco gobernantes filisteos observaron todo esto y luego regresaron a Ecrón ese mismo día.
17 Los cinco tumores de oro enviados por los filisteos al Señor, como ofrenda por la culpa, eran regalos de los gobernantes de Asdod, Gaza, Ascalón, Gat y Ecrón.
18 Las cinco ratas de oro representaban las cinco ciudades filisteas junto con sus aldeas vecinas, que eran controladas por los cinco gobernantes. La gran roca de Bet-semes, donde colocaron el arca del Señor, todavía está en el campo de Josué como un testimonio de lo que sucedió allí.
19 Pero el Señor mató a setenta hombres de Bet-semes porque miraron dentro del arca del Señor. Y el pueblo hizo gran duelo por lo que el Señor había hecho.
20 «¿Quién puede estar en la presencia del Señor, este Dios santo? —clamaron—. ¿Adónde podremos enviar el arca desde aquí?».
21 Así que enviaron mensajeros a la gente de Quiriat-jearim y le dijeron: «Los filisteos han devuelto el arca del Señor. ¡Vengan y llévensela!».