10 Para quienes corten la madera, enviaré como pago 4.400.000 kilos de trigo molido, 4.400.000 kilos de cebada, 440.000 litros de vino y 440.000 litros de aceite de oliva».
11 En respuesta, el rey Hiram le envió a Salomón la siguiente carta:«¡Es porque el Señor ama a su pueblo que te ha hecho rey de los israelitas!
12 ¡Alaben al Señor, Dios de Israel, quien hizo los cielos y la tierra! Él le dio al rey David un hijo sabio, dotado de capacidad y entendimiento, quien construirá un templo para el Señor y un palacio real para sí mismo.
13 »Te envío un maestro artesano llamado Huram-abí, un hombre sumamente talentoso.
14 Su madre es de la tribu de Dan, en Israel, y su padre es de Tiro. Es hábil para trabajar el oro, la plata, el bronce y el hierro, y también la piedra y la madera. Es hábil para trabajar con telas de púrpura, azul, escarlata y con lino fino. También sabe grabar y puede realizar cualquier diseño que se le pida. Trabajará con tus artesanos y con los que nombró mi señor David, tu padre.
15 »Envía ahora el trigo, la cebada, el aceite de oliva y el vino que mi señor ha mencionado.
16 Nosotros cortaremos toda la madera que necesites de las montañas del Líbano y llevaremos los troncos en balsas por la costa del mar Mediterráneo hasta Jope. Desde allí podrás transportar los troncos hasta Jerusalén».