1 En el séptimo año del reinado de Atalía, el sacerdote Joiada decidió actuar. Se armó de valor e hizo un pacto con cinco comandantes del ejército: Azarías, hijo de Jeroham; Ismael, hijo de Johanán; Azarías, hijo de Obed; Maaseías, hijo de Adaía, y Elisafat, hijo de Zicri.
2 Estos hombres viajaron en secreto por todo Judá y convocaron a los levitas y a los jefes de clanes de todas las ciudades para que fueran a Jerusalén.
3 Entonces se reunieron frente al templo de Dios, donde hicieron un pacto solemne con Joás, el joven rey.Joiada les dijo: «¡Aquí está el hijo del rey! ¡Ha llegado el momento para que él reine! El Señor prometió que un descendiente de David sería nuestro rey.
4 Tienen que hacer lo siguiente: cuando ustedes, sacerdotes y levitas, empiecen el turno el día de descanso, una tercera parte de ustedes servirán como porteros;
5 otra tercera parte irá hasta el palacio real; y la otra tercera parte estará en la puerta de los Cimientos. Todos los demás deberán quedarse en los atrios del templo del Señor.
6 Recuerden, solo los sacerdotes y los levitas de turno pueden entrar al templo del Señor, porque han sido separados como santos. El resto del pueblo deberá obedecer las instrucciones del Señor y permanecer fuera.