5 Cubrió el salón principal del templo con paneles de madera de ciprés, luego lo revistió de oro fino y lo decoró con tallas de palmeras y cadenas.
6 Adornó las paredes del templo con hermosas joyas y con oro de la tierra de Parvaim.
7 Revistió de oro las vigas, los umbrales, las paredes y las puertas de todo el templo, e hizo grabar en las paredes figuras de querubines.
8 Hizo el Lugar Santísimo de nueve metros de ancho, igual que la anchura del templo, por nueve metros de profundidad. Revistió el interior con unos veinte mil kilos de oro fino.
9 Los clavos de oro que se usaron pesaban quinientos setenta gramos cada uno. También revistió de oro las paredes de las habitaciones de la planta alta.
10 Hizo dos figuras en forma de querubines, las revistió de oro y las colocó en el Lugar Santísimo.
11 La distancia entre las puntas de las alas de los dos querubines que estaban de pie uno al lado del otro, era de nueve metros. Una de las alas de la primera figura medía dos metros con treinta centímetros de largo, y tocaba la pared del templo. La otra ala, también de dos metros con treinta centímetros, tocaba el extremo del ala del segundo querubín.