6 La gente que se había mudado de Israel a Judá, y la gente de Judá, llevaron el diezmo de su ganado, de sus ovejas y de sus cabras, y el diezmo de las cosas que habían dedicado al Señor su Dios, y las apilaron en grandes montones.
7 Empezaron a apilarlas a fines de la primavera y los montones siguieron creciendo hasta principios del otoño.
8 Cuando Ezequías y sus funcionarios fueron y vieron esos enormes montones, ¡le dieron gracias al Señor y a su pueblo, Israel!
9 —¿De dónde vino todo esto? —preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los levitas.
10 Y el sumo sacerdote Azarías, de la familia de Sadoc, le contestó:—Desde que la gente empezó a llevar sus ofrendas al templo del Señor, hemos tenido suficiente para comer y mucho de sobra. El Señor ha bendecido a su pueblo, y sobró todo esto.
11 Ezequías ordenó que se prepararan unos depósitos en el templo del Señor. Cuando estuvieron listos,
12 la gente fielmente llevó todos los diezmos y las ofrendas al templo. Conanías, el levita, quedó encargado y su hermano Simei lo ayudaba.