23 Pero ¿qué motivo tengo para ayunar ahora que ha muerto? ¿Puedo traerlo de nuevo a la vida? Un día yo iré a él, pero él no puede regresar a mí.
24 Luego David consoló a Betsabé, su esposa, y se acostó con ella. Entonces ella quedó embarazada y dio a luz un hijo, y David lo llamó Salomón. El Señor amó al niño
25 y mandó decir por medio del profeta Natán que deberían llamarlo Jedidías (que significa «amado del Señor») como el Señor había ordenado.
26 Mientras tanto, Joab luchaba contra la ciudad de Rabá, la capital de Amón, y tomó las fortificaciones reales.
27 Entonces Joab envió mensajeros a David para decirle: «He peleado contra Rabá y he capturado el suministro de agua.
28 Ahora traiga al resto del ejército y tome la ciudad; de lo contrario, yo seré quien la conquiste y reciba el reconocimiento por la victoria».
29 Entonces David reunió al resto del ejército y fue a Rabá, peleó contra la ciudad y la tomó.