11 pero cuando ella comenzó a darle de comer, la agarró y le insistió:—Ven, mi amada hermana, acuéstate conmigo.
12 —¡No, hermano mío! —imploró ella—. ¡No seas insensato! ¡No me hagas esto! En Israel no se hace semejante perversidad.
13 ¿Adónde podría ir con mi vergüenza? Y a ti te dirán que eres uno de los necios más grandes de Israel. Por favor, sólo habla con el rey, y él te permitirá casarte conmigo.
14 Pero Amnón no quiso escucharla y, como era más fuerte que ella, la violó.
15 De pronto, el amor de Amnón se transformó en odio, y la llegó a odiar aún más de lo que la había amado.—¡Vete de aquí! —le gruñó.
16 —¡No, no! —gritó Tamar—. ¡Echarme de aquí ahora es aún peor de lo que ya me has hecho!Pero Amnón no quiso escucharla.
17 Entonces llamó a su sirviente y le ordenó:—¡Echa fuera a esta mujer y cierra la puerta detrás de ella!