15 Por lo tanto, el Señor mandó una plaga sobre Israel esa mañana que duró tres días. Un total de setenta mil personas murieron en toda la nación, desde Dan en el norte hasta Beerseba en el sur.
16 Sin embargo, cuando el ángel se disponía a destruir Jerusalén, el Señor desistió y le dijo al ángel de la muerte: «¡Detente! ¡Ya es suficiente!». En ese momento el ángel del Señor estaba junto al campo de trillar de Arauna el jebuseo.
17 Cuando David vio al ángel, le dijo al Señor: «¡Soy yo el que pecó e hizo el mal! Pero estas personas son tan inocentes como ovejas, ¿qué han hecho? Que tu enojo caiga sobre mí y mi familia».
18 Ese día, Gad fue a ver a David y le dijo: «Sube y edifica un altar al Señor en el campo de trillar de Arauna el jebuseo».
19 Así que David subió para hacer lo que el Señor le había ordenado.
20 Cuando Arauna vio al rey y a sus hombres acercándose, salió y se inclinó ante el rey rostro en tierra.
21 —¿Por qué ha venido, mi señor el rey? —preguntó Arauna.David le contestó:—Vine a comprar tu campo de trillar y a edificar allí un altar al Señor, para que él detenga la plaga.