30 Joab y su hermano Abisai mataron a Abner, porque este había matado a su hermano Asael en la batalla de Gabaón.
31 Entonces David les dijo a Joab y a todos los que estaban con él: «Rásguense la ropa, pónganse tela áspera y hagan duelo por Abner». El rey David en persona caminó detrás del cortejo fúnebre hasta la tumba.
32 Así que enterraron a Abner en Hebrón, y el rey y todo el pueblo lloraron junto a la tumba.
33 Luego el rey cantó este canto fúnebre por Abner:«¿Acaso tenía que morir Abner como mueren los necios?
34 Tus manos no estaban atadas;tus pies no estaban encadenados.No, fuiste asesinado,víctima de un complot perverso».Entonces todo el pueblo lloró nuevamente por Abner.
35 David rehusó comer el día del funeral y todos le suplicaban que comiera. Pero David había hecho el siguiente juramento: «Que Dios me castigue y aun me mate si como algo antes de que se ponga el sol».
36 Esto agradó mucho a los israelitas. De hecho, todo lo que el rey hacía les agradaba.