5 David y todo el pueblo de Israel celebraban ante el Señor, entonando canciones y tocando todo tipo de instrumentos musicales: liras, arpas, panderetas, castañuelas y címbalos.
6 Cuando llegaron al campo de trillar de Nacón, los bueyes tropezaron, y Uza extendió la mano para sujetar el arca de Dios.
7 Entonces se encendió el enojo del Señor contra Uza, y Dios lo hirió de muerte debido a lo que hizo. Así fue como Uza murió allí mismo junto al arca de Dios.
8 Entonces David se enojó porque la ira de Dios se había desatado contra Uza y llamó a ese lugar Fares-uza (que significa «desatarse contra Uza»), nombre que conserva hasta el día de hoy.
9 Ahora David tenía miedo del Señor y preguntó: «¿Cómo podré regresar el arca del Señor para que esté bajo mi cuidado?».
10 Por lo tanto, David decidió no trasladar el arca de Dios a la Ciudad de David, sino que la llevó a la casa de Obed-edom, en Gat.
11 El arca del Señor permaneció en la casa de Obed-edom por tres meses, y el Señor bendijo a Obed-edom y a los de su casa.