10 Su poder llegó hasta los cielos, donde atacó al ejército de los cielos y arrojó a la tierra a algunos de los seres celestiales y a algunas de las estrellas y los pisoteó.
11 Incluso desafió al comandante del ejército de los cielos cancelando los sacrificios diarios que le ofrecían al comandante y destruyendo su templo.
12 No se le permitió al ejército de los cielos responder a esta rebelión. Así que se detuvieron los sacrificios diarios y la verdad fue derrocada. El cuerno tuvo éxito en todo lo que hizo.
13 Entonces oí a dos seres santos que hablaban entre sí. Uno de ellos preguntó:—¿Cuánto tiempo durarán los sucesos de esta visión? ¿Por cuánto tiempo la rebelión que causa profanación detendrá los sacrificios diarios? ¿Por cuánto tiempo pisotearán el templo y al ejército celestial?
14 El otro le contestó:—Pasarán dos mil trescientas noches y mañanas; después el templo será restaurado.
15 Mientras yo, Daniel, procuraba entender el significado de esta visión, alguien que se parecía a un hombre se paró frente a mí.
16 Entonces oí una voz humana que exclamaba desde el río Ulai: «Gabriel, dile a este hombre el significado de su visión».