1 »Al final de cada séptimo año, tienes que anular las deudas de todos los que te deban dinero.
2 Lo harás de la siguiente manera: cada uno anulará los préstamos que le haya hecho a otro hermano israelita; nadie exigirá ningún pago de sus vecinos ni de sus parientes, porque habrá llegado el tiempo del Señor para la liberación de las deudas.
3 Sin embargo, esa liberación solo sirve para tus hermanos israelitas, pero no para los extranjeros que vivan en medio de ti.
4 »No deberá haber pobres en medio de ti, porque el Señor tu Dios te bendecirá en abundancia en la tierra que te da como preciada posesión.
5 Recibirás esa bendición si te aseguras de obedecer los mandatos del Señor tu Dios que te entrego hoy.
6 El Señor tu Dios te bendecirá tal como lo prometió. Prestarás dinero a muchas naciones pero nunca tendrás necesidad de pedirles prestado. Tú gobernarás a muchas naciones, pero ellas no te gobernarán a ti.
7 »Pero si hubiera israelitas pobres en tus ciudades cuando llegues a la tierra que el Señor tu Dios te da, no seas insensible ni tacaño con ellos.