3 Sin embargo, esa liberación solo sirve para tus hermanos israelitas, pero no para los extranjeros que vivan en medio de ti.
4 »No deberá haber pobres en medio de ti, porque el Señor tu Dios te bendecirá en abundancia en la tierra que te da como preciada posesión.
5 Recibirás esa bendición si te aseguras de obedecer los mandatos del Señor tu Dios que te entrego hoy.
6 El Señor tu Dios te bendecirá tal como lo prometió. Prestarás dinero a muchas naciones pero nunca tendrás necesidad de pedirles prestado. Tú gobernarás a muchas naciones, pero ellas no te gobernarán a ti.
7 »Pero si hubiera israelitas pobres en tus ciudades cuando llegues a la tierra que el Señor tu Dios te da, no seas insensible ni tacaño con ellos.
8 En cambio, sé generoso y préstales lo que necesiten.
9 No seas mezquino ni le niegues un préstamo a alguien por el hecho de que se acerca el año para anular las deudas. Si te niegas a dar el préstamo, y la persona con necesidad clama al Señor, serás culpable de pecado.