22 Lo mismo hizo por los descendientes de Esaú, que vivían en Seir, pues destruyó a los horeos para que los de Esaú pudieran establecerse allí. Los descendientes de Esaú viven en esa tierra hasta el día de hoy.
23 Algo parecido sucedió cuando los caftoreos de Creta invadieron y destruyeron a los aveos, que habían vivido en aldeas en la región de Gaza).
24 Moisés siguió diciendo: «Entonces el Señor dijo: “¡Pónganse en marcha! Crucen el valle del Arnón. Miren, les voy a entregar al amorreo Sehón, rey de Hesbón, y también a su tierra. Atáquenlo y comiencen a apoderarse de su territorio.
25 A partir de hoy, haré que los pueblos de toda la tierra sientan terror a causa de ustedes. Cuando oigan hablar de ustedes, temblarán de espanto y de miedo”».
26 Moisés siguió diciendo: «Desde el desierto de Cademot mandé embajadores a Sehón, rey de Hesbón, con la siguiente propuesta de paz:
27 “Permítanos atravesar su territorio. Nos quedaremos en el camino principal y no nos desviaremos por los campos ni a un lado ni al otro.
28 Véndanos alimentos para comer y agua para beber, y le pagaremos. Solo queremos permiso para pasar por su territorio.