21 El Señor los apartará de las demás tribus de Israel para echar sobre ellos todas las maldiciones del pacto registradas en este libro de instrucción.
22 »Entonces las generaciones futuras, tanto tus descendientes como los extranjeros que vengan de tierras lejanas, verán la devastación de tu tierra y las enfermedades con las que el Señor la aflige.
23 Exclamarán: “Toda esta tierra quedó devastada con azufre y sal. Es una tierra baldía, sin cultivos, donde no crece nada, ni siquiera un tallo de pasto. Es como las ciudades de Sodoma y Gomorra, Adma y Zeboim, las cuales el Señor destruyó en su intenso enojo”.
24 »Todas las naciones vecinas preguntarán: “¿Por qué el Señor afligió así a esa tierra? ¿Por qué se enojó tanto?”.
25 »Y la respuesta será: “Sucedió porque el pueblo de esa tierra abandonó el pacto que el Señor, Dios de sus antepasados, hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto.
26 En cambio, se apartaron de él para servir y rendir culto a dioses que no conocían, dioses que no provenían del Señor.
27 Por esa razón, el enojo del Señor ardió contra esa tierra y cayeron sobre ella cada una de las maldiciones registradas en este libro.