Esdras 8:22 NTV

22 Pues me dio vergüenza pedirle al rey soldados y jinetes que nos acompañaran y nos protegieran de los enemigos durante el viaje. Después de todo, ya le habíamos dicho al rey que «la mano protectora de nuestro Dios está sobre todos los que lo adoran, pero su enojo feroz se desata contra quienes lo abandonan».

Leer capítulo completo Esdras 8

Ver Esdras 8:22 en contexto