8 Después, el Señor Dios plantó un huerto en Edén, en el oriente, y allí puso al hombre que había formado.
9 El Señor Dios hizo que crecieran del suelo toda clase de árboles: árboles hermosos y que daban frutos deliciosos. En medio del huerto puso el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
10 Un río salía de la tierra del Edén que regaba el huerto y después se dividía en cuatro ramales.
11 El primero, llamado Pisón, rodeaba toda la tierra de Havila, donde hay oro.
12 El oro de esa tierra es excepcionalmente puro; también se encuentran allí resinas aromáticas y piedras de ónice.
13 El segundo, llamado Gihón, rodeaba toda la tierra de Cus.
14 El tercero, llamado Tigris, corría al oriente de la tierra de Asiria. El cuarto se llama Éufrates.