1 Cierto día, cuando Isaac ya era viejo y se estaba quedando ciego, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo:—Hijo mío.—¿Sí, padre? —respondió Esaú.
2 —Yo ya soy un hombre viejo —dijo Isaac—, y no sé cuándo moriré.
3 Toma tu arco y una aljaba llena de flechas, y sal a campo abierto a cazar un animal para mí.
4 Prepara mi comida preferida y tráemela aquí para que la coma. Entonces pronunciaré la bendición que te pertenece a ti, mi primer hijo varón, antes de que yo muera.