13 Cuando ella vio que tenía el manto en las manos y que él había huido,
14 llamó a sus siervos. Enseguida todos los hombres llegaron corriendo. «¡Miren! —dijo ella—. ¡Mi esposo ha traído aquí a este esclavo hebreo para que nos deje en ridículo! Él entró en mi cuarto para violarme, pero yo grité.
15 Cuando me oyó gritar, salió corriendo y se escapó, pero dejó su manto en mis manos».
16 Ella se quedó con el manto hasta que su esposo regresó a la casa.
17 Luego le contó su versión de lo sucedido: «Ese esclavo hebreo que trajiste a nuestra casa intentó entrar y aprovecharse de mí;
18 pero, cuando grité, ¡salió corriendo y dejó su manto en mis manos!».
19 Potifar se enfureció cuando oyó el relato de su esposa acerca de cómo José la había tratado.