20 Entonces agarró a José y lo metió en la cárcel donde estaban los presos del rey. José quedó allí,
21 pero el Señor estaba con José en la cárcel y le mostró su fiel amor. El Señor hizo que José fuera el preferido del encargado de la cárcel.
22 Poco después el director puso a José a cargo de los demás presos y de todo lo que ocurría en la cárcel.
23 El encargado no tenía de qué preocuparse, porque José se ocupaba de todo. El Señor estaba con él y lo prosperaba en todo lo que hacía.