5 Una noche, mientras estaban en la cárcel, el copero y el panadero del faraón tuvieron cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado.
6 Cuando José los vio a la mañana siguiente, notó que los dos parecían preocupados.
7 —¿Por qué se ven tan preocupados hoy? —les preguntó.
8 —Anoche los dos tuvimos sueños —contestaron ellos—, pero nadie puede decirnos lo que significan.—La interpretación de los sueños es asunto de Dios —respondió José—. Vamos, cuéntenme lo que soñaron.
9 Entonces el jefe de los coperos fue el primero en contarle su sueño a José.—En mi sueño —dijo él—, vi una vid delante de mí.
10 La vid tenía tres ramas, las cuales comenzaron a brotar y a florecer y, en poco tiempo, produjo racimos de uvas maduras.
11 Yo tenía la copa del faraón en mi mano, entonces tomé un racimo de uvas y exprimí el jugo en la copa. Después puse la copa en la mano del faraón.