2 Luego pon mi copa personal de plata en la abertura del costal del menor de los hermanos, junto con el dinero de su grano». Y el administrador hizo tal como José le indicó.
3 Los hermanos se levantaron al amanecer y emprendieron el viaje con sus burros cargados.
4 Cuando habían recorrido solo una corta distancia y apenas habían llegado a las afueras de la ciudad, José le dijo al administrador del palacio: «Sal tras ellos y detenlos; y cuando los alcances, pregúntales: “¿Por qué han pagado mi bondad con semejante malicia?
5 ¿Por qué han robado la copa de plata de mi amo, la que usa para predecir el futuro? ¡Qué maldad tan grande han cometido!”».
6 Cuando el administrador del palacio alcanzó a los hombres, les habló tal como José le había indicado.
7 —¿De qué habla usted? —respondieron los hermanos—. Nosotros somos sus siervos y nunca haríamos semejante cosa.
8 ¿Acaso no devolvimos el dinero que encontramos en nuestros costales? Lo trajimos de vuelta desde la tierra de Canaán. ¿Por qué robaríamos oro o plata de la casa de su amo?