12 »¡Miren! —agregó José—. Pueden comprobarlo con sus propios ojos, y también puede hacerlo mi hermano Benjamín, ¡que de veras soy José!
13 Díganle a mi padre acerca de la posición de honor que tengo aquí en Egipto. Descríbanle todo lo que han visto y, después, traigan a mi padre aquí lo más pronto posible».
14 Llorando de alegría, José abrazó a Benjamín, y Benjamín hizo lo mismo.
15 Luego José besó a cada uno de sus hermanos y lloró sobre ellos, y después comenzaron a hablar libremente con él.
16 La noticia pronto llegó al palacio del faraón: «¡Han llegado los hermanos de José!». El faraón y sus funcionarios se alegraron mucho al saberlo.
17 El faraón le dijo a José: «Diles a tus hermanos: “Esto es lo que deben hacer: ¡Apúrense! Carguen sus animales y regresen a la tierra de Canaán.
18 Luego vayan a buscar a su padre y a sus familias y vuelvan aquí. Yo les daré la mejor tierra en Egipto, y comerán de lo mejor que esa tierra produce”».