1 El 29 de agosto del segundo año del reinado del rey Darío, el Señor dio un mensaje por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Jesúa, hijo de Josadac, el sumo sacerdote:
2 «Esto es lo que dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: el pueblo alega: “Todavía no ha llegado el momento para reconstruir la casa del Señor”».
3 Entonces el Señor envió el siguiente mensaje por medio del profeta Hageo:
4 «¿Por qué viven ustedes en casas lujosas mientras mi casa permanece en ruinas?».
5 Esto es lo que dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: «¡Miren lo que les está pasando!
6 Han sembrado mucho pero cosechado poco; comen pero no quedan satisfechos; beben pero aún tienen sed; se abrigan pero todavía tienen frío. Sus salarios desaparecen, ¡como si los echaran en bolsillos llenos de agujeros!».