2 Pero tú, Señor, ten misericordia de nosotros,porque hemos esperado en ti.Sé nuestro brazo fuerte cada díay nuestra salvación en los tiempos difíciles.
3 El enemigo corre al sonido de tu voz;cuando te pones en pie, ¡las naciones huyen!
4 Así como la oruga y la langosta despojan los campos y las vides,de la misma forma será despojado el ejército caído de Asiria.
5 Aunque el Señor es muy grande y vive en el cielohará de Jerusalén el hogar de su justicia y rectitud.
6 En aquel día, él será tu cimiento seguro,y te proveerá de una abundante reserva de salvación, sabiduría y conocimiento;el temor del Señor será tu tesoro.
7 Pero ahora tus valientes guerreros lloran en público;tus embajadores de paz lloran con amarga desilusión.
8 Tus caminos están abandonados;ya nadie viaja por ellos.Los asirios rompieron su tratado de pazy no les importan las promesas que hicieron delante de testigos;no le tienen respeto a nadie.