19 Han arrojado al fuego los dioses de esas naciones y los han quemado. ¡Por supuesto que los asirios pudieron destruirlos, pues no eran dioses en absoluto! Eran solo ídolos de madera y de piedra, formados por manos humanas.
20 Ahora, oh Señor nuestro Dios, rescátanos de su poder; así todos los reinos de la tierra sabrán que solo tú, oh Señor, eres Dios».
21 Después, Isaías, hijo de Amoz, le envió a Ezequías el siguiente mensaje: «Esto dice el Señor, Dios de Israel: “Ya que oraste respecto al rey Senaquerib de Asiria,
22 el Señor ha pronunciado estas palabras en su contra:»”La hija virgen de Siónte desprecia y se ríe de ti.La hija de Jerusalénmenea la cabeza con desdén mientras tú huyes.
23 »”¿A quién has estado desafiando y ridiculizando?¿Contra quién levantaste la voz?¿A quién miraste con ojos tan arrogantes?¡Fue al Santo de Israel!
24 Por medio de tus mensajeros, has desafiado al Señor.Dijiste: ‘Con mis numerosos carros de guerraconquisté las montañas más altas,sí, las cimas más remotas del Líbano.Corté sus cedros más altosy sus mejores cipreses.Alcancé sus rincones más lejanosy exploré sus bosques más espesos.
25 Cavé pozos en muchas tierras extranjerasy me refresqué con sus aguas.¡Con la planta de mi piedetuve todos los ríos de Egipto!’.