1 »Desciende, hija virgen de Babilonia, y siéntate en el polvoporque han terminado tus días de estar sentada en el trono.Oh hija de Babilonia, nunca volverás a serla encantadora princesa, tierna y delicada.
2 Toma las pesadas ruedas de molino y muele la harina;quítate el velo y despójate de tu túnica.Descúbrete a la vista del público.
3 Quedarás desnuda y llena de vergüenza.Me vengaré de ti sin piedad».
4 Nuestro Redentor, cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos Celestiales,es el Santo de Israel.