14 Sin embargo, Jerusalén dice: «El Señor me ha abandonado;el Señor me ha olvidado».
15 «¡Jamás! ¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho?¿Puede no sentir amor por el niño al que dio a luz?Pero aun si eso fuera posible,yo no los olvidaría a ustedes.
16 Mira, he escrito tu nombre en las palmas de mis manos.En mi mente siempre está la imagen de las murallas de Jerusalén convertidas en ruinas.
17 Dentro de poco tus descendientes regresarán,y los que procuran destruirte se irán.
18 Mira a tu alrededor y observa,porque todos tus hijos volverán a ti.Tan cierto como que yo vivo —dice el Señor—,ellos serán como joyas o adornos de novia para que tú los exhibas.
19 »Hasta los lugares más desolados de tu tierra abandonadapronto estarán repletos de tu gente.Tus enemigos que te esclavizaronestarán muy lejos.
20 Las generaciones nacidas en el destierro regresarán y dirán:“¡Necesitamos más espacio! ¡Este lugar está lleno de gente!”.