2 Todo el día abrí mis brazos a un pueblo rebelde.Pero ellos siguen sus malos caminosy sus planes torcidos.
3 Todo el día me insultan en mi propia caraal rendir culto a ídolos en sus huertos sagradosy al quemar incienso en altares paganos.
4 De noche andan entre las tumbaspara rendir culto a los muertos.Comen carne de cerdoy hacen guisos con otros alimentos prohibidos.
5 Sin embargo, se dicen unos a otros:“¡No te acerques demasiado, porque me contaminarás!¡Yo soy más santo que tú!”.Ese pueblo es un hedor para mi nariz;un olor irritante que nunca desaparece.
6 »Miren, tengo escrito mi decreto delante de mí:no me quedaré callado;les daré el pago que se merecen.Sí, les daré su merecido,
7 tanto por sus propios pecados,como por los de sus antepasados—dice el Señor—.También quemaron incienso en los montesy me insultaron en las colinas.¡Les daré su merecido!
8 »Pero no los destruiré a todos—dice el Señor—.Tal como se encuentran uvas buenas en un racimo de uvas malas(y alguien dice: “¡No las tires todas;algunas de ellas están buenas!”),así mismo, no destruiré a todo Israel.Pues aún tengo verdaderos siervos allí.