2 A la corte real de Judá había llegado la siguiente noticia: «¡Aram se ha aliado con Israel en contra de nosotros!». Por eso, el corazón del rey y el de su pueblo temblaron de miedo, como tiemblan los árboles en medio de una tormenta.
3 Entonces el Señor dijo a Isaías: «Toma a tu hijo Sear-jasub y ve al encuentro del rey Acaz. Lo encontrarás al final del acueducto que conduce el agua al estanque superior, cerca del camino que lleva al campo donde se lavan las telas.
4 Dile que deje de preocuparse; que no hay por qué temer a la ira feroz de esos dos tizones apagados que son Rezín, rey de Aram y Peka, hijo de Remalías.
5 Es verdad que los reyes de Aram y de Israel han conspirado contra él diciendo:
6 “Atacaremos a Judá y lo conquistaremos y pertenecerá a nosotros. Después pondremos en el trono de Judá al hijo de Tabeel”.
7 Pero esto dice el Señor Soberano:»“Esta invasión nunca sucederá,nunca se llevará a cabo;
8 pues Aram no es más fuerte que Damasco, su capital,y Damasco no es más fuerte que Rezín, su rey.En cuanto a Israel, dentro de sesenta y cinco añosserá aplastado y destruido por completo.