2 Ismael y sus diez hombres de pronto se levantaron, desenvainaron sus espadas y mataron a Gedalías, a quien el rey de Babilonia había nombrado gobernador.
3 Ismael también mató a todos los judíos y a los soldados babilónicos que estaban con Gedalías en Mizpa.
4 Al día siguiente, antes de que alguien se enterara del asesinato de Gedalías,
5 llegaron ochenta hombres de Siquem, de Silo y de Samaria para adorar en el templo del Señor. Venían con sus barbas afeitadas, con las ropas rasgadas y con cortaduras que se habían hecho en el cuerpo. También traían consigo incienso y ofrendas de grano.
6 Entonces Ismael salió de Mizpa para ir a su encuentro e iba llorando por el camino. Cuando los alcanzó, les dijo: «¡Oh, vengan y vean lo que le ha sucedido a Gedalías!».
7 En cuanto entraron a la ciudad, Ismael y sus hombres los mataron a todos, menos a diez, y echaron sus cuerpos en una cisterna.
8 Los otros diez convencieron a Ismael que los dejara en libertad, con la promesa de traerle todo el trigo, la cebada, el aceite de oliva y la miel que habían escondido.