1 ¡Si tan solo mi cabeza fuera una lagunay mis ojos una fuente de lágrimas,lloraría día y noche por mi pueblo que ha sido masacrado!
2 Desearía poder marcharme y olvidarme de mi puebloy vivir en una choza para viajeros en el desierto.Pues todos ellos son adúlteros,una banda de mentirosos traicioneros.
3 «Mi pueblo encorva sus lenguas como arcospara lanzar mentiras.Se rehúsan a defender la verdad;solo van de mal en peor.Ellos no me conocen—dice el Señor—.
4 »¡Cuidado con tu vecino,ni siquiera confíes en tu hermano!Pues un hermano saca ventaja de su hermano,y un amigo calumnia a su amigo.
5 Todos se engañan y se estafan entre sí;ninguno dice la verdad.Con la lengua, entrenada a fuerza de práctica, dicen mentiras;pecan hasta el cansancio.