6 Un día los miembros de la corte celestial llegaron para presentarse delante del Señor, y el Acusador, Satanás, vino con ellos.
7 El Señor le preguntó a Satanás:—¿De dónde vienes?Satanás contestó al Señor:—He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre.
8 Entonces el Señor preguntó a Satanás:—¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal.
9 Satanás le respondió al Señor:—Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios:
10 siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es!
11 Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!
12 —Muy bien, puedes probarlo —dijo el Señor a Satanás—. Haz lo que quieras con todo lo que posee, pero no le hagas ningún daño físico.Entonces Satanás salió de la presencia del Señor.