23 ¡Malditos sean! De ahora en adelante, siempre serán siervos encargados de cortar madera y de llevar agua para la casa de mi Dios.
24 Ellos le respondieron:—Lo hicimos porque a nosotros, sus siervos, se nos dijo con claridad que el Señor su Dios le ordenó a Moisés, siervo del Señor, que les entregara toda esta tierra y que destruyera a todos sus habitantes. Así que temimos profundamente por nuestra vida a causa de ustedes. Por eso hicimos lo que hicimos.
25 Ahora estamos a merced de ustedes; hagan con nosotros lo que mejor les parezca.
26 Así que Josué no permitió que el pueblo de Israel matara a los gabaonitas;
27 pero desde ese día, los hizo cortar la leña y llevar el agua para la comunidad de Israel y el altar del Señor, donde fuere que el Señor eligiera construirlo. Y a eso se dedican hasta el día de hoy.