5 Por eso llamaron al lugar Boquim (que significa «llanto»), y allí le ofrecieron sacrificios al Señor.
6 Después que Josué despidió al pueblo, cada una de las tribus salió para tomar posesión del territorio que se le había asignado.
7 Los israelitas sirvieron al Señor todo el tiempo que vivieron Josué y los líderes que lo sobrevivieron, aquellos que habían visto todas las grandes cosas que el Señor había hecho por Israel.
8 Entonces Josué, hijo de Nun y siervo del Señor, murió a los ciento diez años de edad.
9 Lo enterraron en Timnat-sera, tierra que se le había asignado, en la zona montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas.
10 Después de que murieron todos los de esa generación, creció otra que no conocía al Señor ni recordaba las cosas poderosas que él había hecho por Israel.
11 Los israelitas hicieron lo malo a los ojos del Señor y sirvieron a las imágenes de Baal.