12 »¿No les importa nada, ustedes que pasan por aquí?Miren a su alrededor y vean si hay otro sufrimiento como el mío,que el Señor descargó sobre mícuando estalló en ira feroz.
13 »Él mandó fuego del cielo que me quema los huesos.Tendió una trampa en mi camino y me hizo volver atrás.Me dejó devastaday atormentada día y noche por la enfermedad.
14 »Él tejió sogas con mis pecadospara atarme a un yugo de cautiverio.El Señor minó mis fuerzas; me entregó a mis enemigosy en sus manos soy incapaz de levantarme.
15 »El Señor trató con desdéna mis hombres valientes.A su orden llegó un gran ejércitopara aplastar a mis jóvenes guerreros.El Señor pisoteó su amada ciudadcomo se pisotean las uvas en un lagar.
16 »Por todas estas cosas lloro;lágrimas corren por mis mejillas.No tengo a nadie que me consuele;todos los que podrían alentarme están lejos.Mis hijos no tienen futuroporque el enemigo nos ha conquistado».
17 Jerusalén extiende la mano en busca de ayuda,pero nadie la consuela.El Señor ha dichode su pueblo Israel:«¡Que sus vecinos se conviertan en enemigos!¡Que sean desechados como un trapo sucio!».
18 «El Señor es justo —dijo Jerusalén—,porque yo me rebelé contra él.Escuchen, pueblos de todas partes;miren mi angustia y mi desesperación,porque mis hijos e hijasfueron llevados cautivos a tierras lejanas.