19 Nuestros enemigos fueron más veloces que las águilas en vuelo.Si huíamos a las montañas, nos encontraban;si nos escondíamos en el desierto,allí estaban esperándonos.
20 Nuestro rey —el ungido del Señor, la vida misma de nuestra nación—quedó atrapado en sus lazos.¡Pensábamos que su sombranos protegería contra cualquier nación de la tierra!
21 ¿Te estás alegrando en la tierra de Uz,oh pueblo de Edom?Tú también beberás de la copa del enojo del Señor;tú también serás desnudada en tu borrachera.
22 Oh, bella Jerusalén, tu castigo tendrá fin;pronto regresarás del destierro.Pero Edom, tu castigo apenas comienza;pronto serán puestos al descubierto tus muchos pecados.